3 abr 2010

Errare humanum est, sed in errare perseverare diabolicum

Hace mas o menos unos 2000 años atrás, nacía en Galilea un niño llamado Yeshua, el cual años mas tarde se convertiría en predicador ambulante. El núcleo de su predicación era el amor al prójimo, al desvalido, al enemigo, todo esto sin esperar ninguna contraprestación. Luego de su muerte, sus discípulos continuaron con su obra y esta obtuvo cada vez mas seguidores, hasta nuestros días.

Hasta aquí seria esto el relato de una historia perfecta. Seria una historia perfecta si no hubiese dejado de lado un factor, el factor humano, el factor que hace que una cosa simple se complique. Fue el ser humano el que, paso a paso, hizo de reuniones entre amigos o conversaciones entre desconocidos, si desconocidos, pero con una misma meta, la misma visión, algo que finalmente llevaba a una amistad, fue el ser humano el que de todo esto, paso a paso, formo una institución, con todos sus defectos, sus jerarquías, sus intrigas. A esta institución la llamo Iglesia católica y Yeshua se transformo en Jesús.

Durante los últimos 2000 años la cristiandad han debido soportar acontecimientos adversos a las enseñanzas de Jesús, como ser la existencia de tres Papas que se disputaban la autoridad pontificia, dividiendo de esta forma a la congregación o la opción de poder comprar una indulgencia, lo cual llevo a la reforma protestante. A pesar de esto y de otros sucesos mas, los feligreses han mantenido la obediencia implícita a la Iglesia católica y al clero.

Ultimamente las columnas de la Iglesia católica han sido sacudidas por un temblor, este temblor tiene un nombre, se llama "abuso". Si mas bien este último temblor fue causado por el abuso sexual, tema que tiene actualidad en lo referido a su presencia mediática pero no al hecho en sí, ya que este es mucho mas antiguo y las sospechas pueden seguirse a lo largo de la historia, existen en la Iglesia católica y no solamente en esta institución, sino en todas las instituciones que tienen como fin el mediar entre el hombre y Dios, otros abusos que, si no son mas graves, por lo menos son tan destructivos como el abuso sexual.

Me refiero a los abusos a la Fe. Los abusos que hacen que un hombre o una mujer hagan estallar un "chaleco-bomba" en una estación de tren. Los abusos que hacen que gente entregue todo lo que se ha construido en su vida, a cambio de sobrevivir al fin del mundo. Los abusos que hacen que un vecino acuse al otro de herejía o que juntos hagan correr sangre en nombre de Dios. Son estos abusos los que también dejan una herida, una mancha, un vacío en el espíritu humano, muy difícil de poder restablecer. Abusos de intermediarios entre el ser humano y Dios, cualquier Dios, cada uno con el suyo, que diciendo estar mostrando el sendero correcto, lo que hacen en realidad es iluminar el propio.

El difundir e interpretar la Biblia, la palabra de Dios, estaba en manos del clero hasta que esta fue traducida y por medio de un invento llamado "imprenta", propagada entre los fieles. Estos comenzaron a hacerse preguntas sobre la forma de interpretarla, a perderse entre sus parábolas, la respuesta del clero a las demandas de los feligreses es como última alternativa, hasta el día de hoy, "Los caminos del Señor son insondables". En la actualidad el nivel intelectual de los devotos es mas alto que en la antigüedad y estos ya no se conforman con respuestas oscuras e indirectas. estos desean ver en un sacerdote a un amigo, a una personan con la que pueden hablar en caso de problemas espirituales, a un consejero, un consejero sincero, uno que vive en la realidad y no entre parábolas.

Hace mas o menos unos 2000 años atrás, nacía en Galilea un niño llamado Yeshua, el cual años mas tarde, se preguntará de que forma se puede sobrevivir sin trabajar, pero dando una prestación a la comunidad. Por esto se convirtió en predicador ambulante. El núcleo de su predicación era el amor al prójimo, al desvalido, al enemigo, todo esto sin esperar ninguna contraprestación. Luego de su muerte, sus discípulos continuaron con su obra y esta obtuvo cada vez mas seguidores, hasta nuestros días. Aun siendo así, seria una historia perfecta. Una historia perfecta si no hubiese dejado de lado otra vez el factor humano, el factor egoísta, el abusador.

Errare humanum est, sed in errare perseverare diabolicum. Errar es humano, pero persistir es diabólico.

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