El desencanto de los bosques

Hay muchas historias en los libros de cuentos para niños que hablan de los bosques encantados. Esos bosques en donde habitan hadas, duendes, gnomos y brujas. Esos bosques con un pequeño lago, en donde en verano los pequeños van a nadar y por la noche los mayores contemplan los reflejos de la luna en la superficie del agua. Esos bosques como el de Caperucita Roja, Hansel y Gretel, Blancanieves etc. En donde las historias tienen un final feliz.

Hoy circulaba  por una carretera conlindante a un pequeño bosque, en el se pueden observar ciertas depresiones que, cuando llueve, se llenan de agua. Pocos reparan en ese interesante fenómeno, quizás porque piensen que se trata de un sitio pantanoso, pero no lo es. El fenómeno se debe a que la tierra en esas depresiones esta quemada y es poco permeable, son cráteres de bombas. las bombas se debieron a que a finales de la segunda guerra mundial, en un diminuto pueblo adyacente, Sörth,  de unos 250 habitantes, se encontraba un alto comando de la "SS" y como las fuerzas aliadas tenían recelo a estas tropas, optaron antes de continuar avanzando por bombardear. El poblado fue destruido casi completamente aunque fue nuevamente construido y cuentas hoy otra vez con unos 240 habitantes.

Sobre la misma carretera pero unos kilómetros mas al norte, donde las colinas del "Westerwald" bajan hacia el valle del Rin, se encuentra un poblado llamado Kircheib de unos 550 habitantes. Aquí se libro en 1796, una batalla entre las tropas francesas y las austriacas, al borde del bosque se divisan aun las trincheras de defensa.

Retomando la carretera, pero esta vez en dirección sur, se llega al pueblo de Gehlert con sus 570 habitantes. Gehlert se encuentra rodeado de frondosos bosques, donde aun se pueden encontrar las huellas de las rampas para misiles, con los cuales se bombardearon a partir de 1944, entre otras,  las ciudades de Londres y Amberes.

Hay muchas historias en los libros de cuentos para niños que hablan de los bosques encantados. Bosques en donde habitan hadas, duendes, gnomos y brujas, pero por más que se los busque no se los encuentra. Quizás es que solo los ven los niños o quizás es que los niños de antaño, ya mayores, se encargaron de ahuyentarlos.

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